jueves, 2 de mayo de 2013

Las relaciones profesionales en la bioética (1), por Gloria Tomás


EXPERIENCIA: NOS NECESITAMOS UNOS A OTROS

Es conocida la fábula del elefante, de la que existen distintas versiones. Citemos algunas de ellas:
“Seis hindúes sabios, inclinados al estudio, quisieron saber qué era un elefante. Como eran ciegos, decidieron hacerlo mediante el tacto. El primero en llegar junto al elefante, chocó contra su ancho y duro lomo y dijo: «Ya veo, es como una pared». El segundo, palpando el colmillo, gritó: «Esto es tan agudo, redondo y liso que el elefante es como una lanza». El tercero tocó la trompa retorcida y gritó: « ¡Dios me libre! El elefante es como una serpiente». El cuarto extendió su mano hasta la rodilla, palpó y dijo: «Está claro, el elefante, es como un árbol». El quinto, que casualmente tocó una oreja, exclamó: «Aún el más ciego de los hombres se daría cuenta de que el elefante es como un abanico». El sexto, quien tocó la oscilante cola acotó: «El elefante es muy parecido a una soga». Y así, los sabios discutían largo y tendido, cada uno excesivamente terco y violento en su propia opinión y, aunque parcialmente en lo cierto, estaban todos equivocados”[1].

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