miércoles, 16 de marzo de 2011

LA VIDA HUMANA

Primeras horas de la vida humana: una perspectiva científica
Podemos decir que la biología nos muestra, que el embrión desde la formación del cigoto es un organismo individual con su propia identidad génica que lo define como un individuo de la especie humana 
Autor: Alejandra Huerta Zepeda | Fuente: Catholic.net


La pregunta de cuando comienza la vida de un ser humano continúa en debate. Sin duda es un tema de suma importancia en el campo biológico, ético, legal y políticas públicas entre otros. Por lo que a continuación mencionaremos unos datos de suma importancia para dicho debate. Oxford Journals en Human Reproduction, sacó una publicación, donde señala con evidencias científicas que el desarrollo embrionario inicia a partir de una sola célula, el cigoto . La revista Science publicó como un cigoto se vuelve “todo” . En el presente escrito explicaremos estas dos afirmaciones, con el propósito de poner al alcance evidencias científicas que sostienen como el cigoto o embrión unicelular es un organismo individual, un individuo con identidad génica poseedor de todo un sistema orgánico, que es “el todo” con carácter único, individual e irrepetible, poseedor de un cuerpo.

Las células sexuales después de un largo proceso de desarrollo y maduración, conocido como gametogénesis, están listas para que se lleve a cabo la fecundación, también recibe el nombre de concepción, que es la fusión de las membranas, evento que reactiva la meiosis II del ovulo, formando una nueva célula con 46 cromosomas -23 del espermatozoides y 23 del ovulo. Inmediatamente después inicia la activación genómica que son cambios químicos y estructurales finamente coordinados por la información epigenética que dirige paso a paso el proceso de desarrollo embrionario, de forma única e irrepetible. Todas estas evidencias sugieren como desde su estadio embrión unicelular, implica rigurosa unidad del ser que se está desarrollando. 

Diferencias que hay entre una nueva célula humana y un embrión unicelular

Sin embargo, para muchos el embrión unicelular es solo una nueva célula viva humana pero no es un ser humano, por lo que es necesario aclarar las diferencias que hay entre una nueva célula humana y un embrión unicelular.

Una nueva célula contiene todo el genoma completo, con la información epigenética previamente establecida; es una célula diferenciada con expresión de genes específicos para cumplir una función determinada, se multiplica con la misma información pero con una limitada proliferación, en otras palabras es una célula incapaz de dar lugar a otras líneas celulares diferente a ella, forman parte de un todo. En cambio, el embrión unicelular, posee unidad y organización vital, esto es dinamismo propio, que posee individualidad y estructuración en el espacio y tiempo. Es capaz de auto-movimiento que se manifiesta en el desarrollo embriónico. Tiene en su maquinaria todo lo necesario para auto-regularse; aparentemente es un organismo muy primitivo por no tener los órganos bien diferenciados, sin embargo, lleva a cabo diferentes funciones en una sola dirección, con un orden sistémico, que le confiere autonomía -capacidad de gobernarse (regularse). Con estas evidencias podemos afirmar que el cigoto, desde sus inicios goza de unidad e individualidad esencialmente fuertes.

Cuando se lleva a cabo las primeras divisiones celulares se presume que todas las células embrionarias son totipotenciales; sin embargo, existen nuevas evidencias que comprueban que aunque tienen una gran capacidad proliferativa, a cada paso de su división van perdiendo totipotencialidad y se van definiendo hacia una función o zona del cuerpo específica. Por ejemplo, cuando se aíslan los blastómeros algunos investigadores afirman que poseen las mismas características y funciones. Sin embargo, si se hace un estudio minucioso observamos que no es así. Varios grupos de investigadores se cuestionaron sí realmente todas las células eran idénticas y simétricas, ya que se asumía que todas las células embrionarias (embrión de 4, 8, 16, 32 células) eran iguales, es decir que todas las células eran totipotenciales. Con los estudios realizados se comprobó que no se dividían de manera simétrica y que la célula que se dividía primero siempre daba lugar a la masa celular interna que de ahí surgen las tres capas laminares que forman todo el organismo, y el blastómero que se dividía tardíamente daba lugar al trofoectodermo donde provienen todos los tejidos de soporte como la placenta . Con estos y otros estudios más finos se comprobó que las células son pluripotenciales con un altísimo poder proliferativo capaz de dar lugar a todos los linajes celulares, pero incapaces de dar lugar a un nuevo organismo. Se ha comprobado que cada célula tiene una función diferente que participa de manera específica en todo el proceso. Cuando se aísla un blastómero, aún considerando que sea del estadio de 4 células, tiene un altísimo poder pluripotencial pero es incapaz que reinicie un nuevo programa de desarrollo embrionario debido a que cada célula ya tiene una programación específica, ha perdido su totipotencialidad, por que a cada paso se va diferenciando, y principalmente por que carece de los ejes corporales, en especial del eje cabeza-cola (antero-posterior) que fue trazado desde el momento de la fecundación; este eje es el plano para que se de el desarrollo corporal. Desde el primer momento, se sabe donde estará la cabeza y donde serán los pies, lo que nos indica que hay un diseño y un plan, hay una direccionalidad inmanente. 

Con lo dicho anteriormente, podemos decir que el cigoto o embrión unicelular constituye el climax de la totipotencialidad celular; es la única célula capaz de iniciar un nuevo desarrollo embrionario y por lo tanto de dar lugar a un organismo vivo. Por lo general, cuando se estudian las células madre embrionarias se les separa de su totalidad por lo que es imposible ver la unidad que guardan las partes -que no pueden separarse del todo- respecto al todo y se llegan a conclusiones erróneas. 
En conclusión podemos decir que la biología nos muestra, que el embrión desde la formación del cigoto es un organismo individual con su propia identidad génica que lo define como un individuo de la especie humana y esa información genética y epigenética es inseparable del desarrollo corporal propio y único de ese individuo concreto. El desarrollo embrionario es el periodo de construcción del organismo jerárquicamente ordenado en el tiempo y en el espacio controlado por los ejes corporales. Es un proceso ininterrumpido, continuum, que no forma parte de un todo sino es el todo. La propiedad de continuidad implica y establece la unicidad o singularidad del nuevo sujeto. Por lo que señalamos que el embrión humano, es un ser humano y por lo tanto persona humana desde el momento de la fecundación (concepción).

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